1.
Pelar y cortar las papas en cubos chicos. Poner en una cacerola y cubrir con agua. Agregar sal y la hoja de laurel. Yo le agregué también romero porque tenía pero creo que no le aportó mucho. Pero el laurel es CLAVE.
2.
Cocinar las papas 15 minutos a partir de hervor. Tienen que quedar bien tiernas. Pincharlas y que se desarmen.
3.
Descartar la hoja de laurel pero ¡NO TIREN EL AGUA DE COCCIÓN!
4.
Licuar las papas calientes con 150 ml (3⁄4 taza) del agua de cocción, el aceite de oliva, la sal y los ajos.
5.
Usar para cualquier preparación donde necesiten un queso que se funda: pizza, lasagna, tartas, etc.