1.
Calentar el horno a 180 grados.
2.
En un bowl batir la manteca pomada con la azúcar negra hasta obtener una crema.
3.
Incorporar la harina 0000 mezclada con la sal hasta integrar. Este paso se puede hacer con la batidora pero con la menor cantidad de movimiento posible. ¡No se cuelguen! Bajar la masa desgranada a la mesada y unir con las manos sin amasar.
4.
Estirar la masa sobre un papel manteca a 1 cm de espesor y llevarla a la heladera o freezer sobre una placa. Consejo ansioso: si la placa es metálica se enfría mejor y más rápido.
5.
Una vez que la masa estirada esté bien fría, cortar las galletas. Para que salgan de tamaño parejo yo usé una espátula de regla. Pueden usar una regla de plástico, una maderita o hacerlas free-style. Pinchar con un tenedor. Esos agujeritos son un clásico del shortbread.
6.
Hornear durante 20 minutos hasta que estén doradas.
7.
Retirar y dejar enfriar sobre una rejilla para que se pongan crocantes.
